Ya había trabajado en este precioso cortijo de Genoveses, tenía claro que la boda de Celia y Javi se celebraría aquí. La ceremonia se celebró en la coqueta iglesia del Pozo de los Frailes y el almuerzo se sirvió en La Fábrica.
El cóctel se tematizó con islas de comida: mexicana, japonesa, andaluza y un rincón francés con cava y foei. Todo bajo una preciosa lona tensada que daba sombra al patio posterior de la finca.
El almuerzo fue en el salón principal, y las mesas se decoración con unos bonitos caminos de mesa de arpillera y unos maravillosos centros en cajas con girasoles
Para el baile se pasó al porche delantero, que se iluminó con 50 lámparas beige. Había rincones con tartas, chucherías, un delicado photobooth, y zona de descanso. Todo estaba cuajado de detalles que convirtieron a esta boda en única y entrañable.