Teníamos que preparar el bautizo de mar, que vive en Madrid y organizamos las cosas por teléfono.
Inicialmente la idea era algo al aire libre pero la previsión meteorológica no era buena. Alquilamos el espectacular salón noble del Círculo Mercantil y fue todo un acierto.
El catering exquisito y la animación infantil de piratas entretuvo a los niños durante los postres. Los padres encantados y nosotros también.