Nuestros novios eran unos enamorados del Cabo y, aunque vivían en Madrid, organizamos la boda vía telefónica.
La romántica ceremonia se realizó en el hotel Doña Pakyta con vistas al mar. Posteriormente, un coctel en la piscina del Sotillo, con una divertida iluminación y cena en su salón. La decoración almeriense lo hacía muy especial y quedó enriquecimos con unos centros de mesa en cajas de madera.
Los novios estaban muy felices, preparamos photocall con muchos disfraces, un rincón de los deseos y un precioso tocador para las chicas.