Para esta boda la inspiración fue los clásicos años 20.
El principal objetivo, era intentar que la mantelería, y los centros fueran acordes a una época elegante y majestuosa.
Portavelas de cristal, pétalos de rosas rojas y preciosos meseros.
Jugamos con rojos y dorados.
La mesa infantil la componía una gran figura de cartón piedra muy teatral.
Un nuevo photocall a medida con una romántica luna, ponía el broche final a esta preciosa puesta en escena.